¿Como explicarle a Carlisle?

Después de dar un paseo muy muy largo llegué a casa - el paseo a sido corto- pensé.
No sabia que decirle y sabia que no le podia mentir. Nunca le mentia, cuando me mira a los ojos y me da un beso tan apasional, esque no no puedo mentirle. Además Carlisle debia saber sobre mis sentimientos, sobre mi tonta soledad y sobre Nellie. Entré a casa.
-Hola mi amor, ¿se sabe algo de Edward y Rosalie? que tal les a ido con la en...-intenté controlar la voz-..enemiga pública- me acerqué y le besé

Respondí el beso de Esme.
-Por ahora hemos decidido vigilarla; dentro de unos días le haremos una visita. Quizás no tenga por qué ser enemiga nuestra.

"No tiene por que ser enemiga nuestra" repetí esas palabras en mi cabeza. Pensé, enemiga mia seguro que no, todo lo contrario me habia hecho amiga suya.

-Me parece bien el vigilarla, antes de hacer nada tenemos que asegurarnos como es.
Aún seguia nerviosa, tenia que decirselo, pero ¿como?

-Aunque estos chicos...-suspiré-Creo que han ido a por ella. Espero que no se pasen.

¡No puede ser!
-¿a por ella? no Carlisle tienes que pararlos. Te tengo que contar una cosa se que no te va a gustar, pero -pare un segundo- e conocido a la enemiga pública, en verdad se llama Nellie Dillinger.
-Vengo de su casa- no queria decir que antes habia estado en casa de Bella, no queria meterla en esto

Traté de conservar la calma.
-¿Qué te ha dicho? ¿Es de fiar?

No sabia que decirle, porque tampoco estaba segura de que fuera de fiar.
-Solo se que solo caza animales y federales pero solo por venganza.

-Mmm... eso no da mucha seguridad, puede que se le crucen los cables en un momento determinado.

-Carlisle, por favor tienes que pararlos, yo confio en ella me a tratado muy bien en su casa y estoy segura de que puede cambiar.
Se lo supliqué, pero tampoco estaba muy segura... . No sabia mas que decirle, estaba mal por mis problemas y ahora esto, aunque no pudiera dormir ni descansar porque era un vampiro, realmente me sentia cansada.

-¿Realmente confías en esa chica?

-Creo que sí.
Me abracé a él fuertemente

-Confío en tu criterio.
Saqué un móvil y marqué el número de Edward.
-Ya podéis dejar de marcar a la gángster; hablaremos con ella cara a cara.

-Muchas gracias cariño. Y creo que tengo muchas cosas que explicarte