La mansion

¿Nellie negándose a acostarse conmigo? ¿Tanto había cambiado en los últimos años?
No me gustaba hacer aquello, pero tenía que usar mi don con ella.
"Voy a ir hacia la habitación con John y voy a tener una larga noche de pasión"

Me quedé quieta en mitad de un paso. ¿Qué puñetas me pasaba? Ay..., no podía ir hacia delante... Me giré como una autómata, algo extrañada por lo que me estaba pasando.
-Johnny...-comencé, pero enseguida traté de controlarme. ¿Cómo era posible que yo quisiera acostarme con él ahora mismo, que estaba tan estresada?
Sí.
No.
Sí.
No.
Sí.
No
Sí...
Me quedé en el sitio, debatiéndome conmigo misma.

Nellie no obedecía mi orden, se resistía demasiado, nunca me había pasado eso.
Lo volví a intentar, esta vez concentrándome más, con mayor intensidad.
"Voy a ir al dormitorio con John y me voy a acostar con él"

"La madre que me... ¿qué me pasa?"
Salí disparada hacia los brazos de John, sin ni siquiera poder pensar.
-Vamos al dormitorio, ¡ahora!
¿Pero por qué estaba diciendo eso? ¿Qué maldita broma me estaba haciendo?

"No le voy a soltar hasta que amanezca..."
De momento el plan iba funcionando.

Me aferré a él con fuerza, buscando su boca. Una férrea voluntad de no separarme de él se había colado en mis pensamientos, pero yo no estaba deciendo eso. Aquello era muy extraño y quise pensarlo con calma, pero mi cerebro no reacionó y se limitó a mandarme otro impulso desesperado.

"Voy a besarle y a unirme a él durante toda la noche"
Cada vez funcionaba mejor...

Completamente cegada por un deseo irracional, besé su boca con fiereza, pegándome más a él, y deseando sentir sus manos sobre mi piel. Pese a todo aquello, una minúscula parte de mi cerebro seguía poniendo en duda todo lo que estaba pasando.

Mientras le besaba y empezaba a quitarle el vestido, continué usando mi don con ella.
"No le voy a soltar..."

Ay Dios, se me estaba yendo la cabeza... no me pude controlar, y le arranqué la ropa, deseando unirme a él. Sentí el contacto de su piel con la mía, pero no me pareció suficiente y gruñí de impaciencia. Me estaba empezando a asustar lo desesperada que parecía, era como si yo no me dominase...

Terminé de acabar con su vestido y la tumbé en la cama, el resto se lo dejé a ella.
"Voy a unirme a él sin dudarlo..."

Mis ojos se nublaron con deseo mientras que arrancaba las últimas prendas que me cubrían y le atraía hacia mi cuerpo, deseando con fuerza que entrase. Acaricié todo su cuerpo, aunque seguía escuchando aquella vocecita...
¿Qué haces?
¡Yo que sé!
¡Para!
¡No!

Antes de que me diese cuenta ya estábamos unidos, más que nunca, lo que yo quería desde un principio.
-¿Ves? No era tan difícil... Si no te hubieras resistido... -le susurré mientras entraba en ella.

-¿QUÉ?

Me reí en susurros mientras seguía pegado a ella.

-¿Qué puñetas...?-pero un gemido me interrumpió.
No tardé en atar cabos, y una sospecha empezó a formarse en mi mente.

Continué con lo que estaba haciendo y no le contesté, no me pareció necesario.

No pude pensar nada más en toda la noche, estuve demasiado ocupada unida a John. Pero cuando amaneció, estaba dispuesta a decirle cuatro cositas bien dichas.

Echaba de menos el dormir, pero si todas las noches eran como aquella...
-Buenos días cariño -dije con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Dios, si es que estaba buenísimo! Un poco más y volvía a pedirle más, pero recordé que me debía una explicación.
-¿Por qué lo hiciste?-dije con seriedad, para que no se notara lo feliz que era de volver a estar con él.
Y encima disfrutastes.
¿Y qué quieres que le haga?
Sabes que algo raro hizo.
¡Bah!

Sonreí al ver su cara de "enfado".
-¿Yo? Yo no he hecho nada... Sólo me dejé llevar por ti...
"Voy a besarle"

Otro impulso me hizo besarle con pasión. No pude decir lo que tenía en mente, pues mis labios se hallaban ocupados.

Me separé de ella y volví a sonreír.
-¿Tenías algo que decirme, cariño? -susurré a escasos centímetros de su boca.

Negué con la cabeza, rabiosa.
-¿Quién te crees que eres para tomarte esas confianzas?-gruñí.

Me reí.
-¿Tu marido? Al menos eso creo....